

En 1967 el grupo se separara. Rogers se asoció entonces con el italiano y también premio Pritzker Renzo Piano, con quien construiría el famoso y polémico Centro Georges Pompidou en 1971. En este emblemático edificio, la estructura y las instalaciones discurren por el exterior, dajando completamente diáfanos los espacios interiores, algo innovador en su momento. Es uno de los primeros edificios precursores del high tech, el estilo que revolucionaría la arquitectura británica y mundial en los años setenta y ochenta y que a él le valió aparecer en revistas especializadas.
Su osado edificio en el corazón de París, forrado de tubos de colores sin duda lo posicionó como uno de los grandes. El Pompidou lo han explicado más de una vez: tenían 30 años, espíritu contestatario, ambiciones hippies y... no contaban con ganar. Pero ganaron. Y el Pompidou cambió el destino de una plaza e inauguró para la arquitectura la otra opción posmoderna, la que en lugar de apostar por edificios que interpretaban la historia lo hacía por la tecnología.
Años más tarde, de nuevo en Londres, llegó otra hazaña, el edificio de oficinas Lloyd's (1986) en la City, la zona de negocios. Con luz natural en todos los despachos, zonas para la convivencia de trabajadores y ascensores panorámicos, era el primer rascacielos que se levantaba en el corazón financiero de Londres. El Lloyd's fue un precursor de la preocupación por la sostenibilidad y un modelo del uso social de la arquitectura. Ambos asuntos han caracterizado la obra de Rogers desde entonces.
Años más tarde, de nuevo en Londres, llegó otra hazaña, el edificio de oficinas Lloyd's (1986) en la City, la zona de negocios. Con luz natural en todos los despachos, zonas para la convivencia de trabajadores y ascensores panorámicos, era el primer rascacielos que se levantaba en el corazón financiero de Londres. El Lloyd's fue un precursor de la preocupación por la sostenibilidad y un modelo del uso social de la arquitectura. Ambos asuntos han caracterizado la obra de Rogers desde entonces.

Con un pie en el urbanismo y otro en los detalles del mobiliario urbano, Rogers tenía casi todos los premios -las medallas de oro del Riba y de la Fundación Jefferson, el Imperiale japonés o el Stirling-, pero no el Pritzker, a pesar de que sus antiguos compañeros de equipo (Norman Foster / Renzo Piano) hace años que lo recibieron. No en vano, el jurado del 31º Premio Pritzker 2007, con el que ha obtenido 100.000 dólares, reconoció que "Rogers demuestra que el trabajo más duradero que puede hacer un arquitecto es ser un buen ciudadano del mundo".
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